Sí, yo también voy a escribir de Tamara Falcó… Posiblemente en unos días se pasará, pero desde el pasado fin de semana todos somos “Tamaristas”. Da igual si hemos pasado o no por esa situación, da igual si somos hombres o mujeres, de derechas o de izquierdas incluso si nos cae bien o mal la marquesa; lo cierto es que todos, o como dirían ahora la gente, está con ella. Ha conseguido unir a todo un país. Lo más leído, lo más visto, lo más buscado, lo más escuchado, Trending Topic… lo más de todo, Tamara.
Quiero destacar una cosa que creo que es en la que reside esta exitosa unión y que estaría bien que algunos de los que confrontan tomaran nota: la actitud de Tamara con los medios. Posiblemente haya sido uno de los momentos más difíciles de su vida, un día anuncia su compromiso y dos días después su ruptura por un vídeo que parece que todo el mundo conocía menos ella, ya saben eso “del cornudo es el último que se entera”. Pero bueno, aun así, ella ha atendido a los medios incluso entrando en un programa, no precisamente amable, en directo y sin cobrar, sin filtrar preguntas, sin eludirlas y agradeciendo su trabajo, algo inaudito hoy en día, cuando parece que los medios son los culpables de todos los males.
Tanta teoría sobre cómo comunicar y cómo gestionar una crisis de reputación y llega Tamara y nos da la mejor lección. Una reacción inmediata tras la cual ya nadie habla de cuernos sino lo de lo grande que es Tamara, ¡cómo no empatizar con ella! Ya no importa cómo habla sino lo que dice, dejándonos frases que se quedaran en la memoria colectiva y que serán protagonistas en más de una ruptura y de una situación como ese “nano segundo en el Metaverso”.
Tanto como se la ha criticado por sus formas, su acento pijo, su religión y hasta diciendo que era tonta y ha resultado no solo ser lista sino inteligente; poca gente sabe darle la vuelta a una situación adversa y menos en este mundo de queja y autocompasión, por eso es excepcional ver como alguien le echa valor, se deja de culpabilidades y además afronta las cosas con tacones y mirando a cámara… una vez más, los prejuicios y las apariencias engañan.
Tamara ha roto con Iñigo y se ha casado con el resto del mundo.
Comentarios recientes